Un año más que se va.
Un año más que comienza.
No hace la diferencia en las hojas de la vida.
Un pasaje de mes a mes, de año a año; dar vuelta una página, arrancar una hoja.
¡Como si fuera tan fácil arrancar de la vida las hojas ya vividas, los errores cometidos, los momentos críticos…!
Y sin embargo, en el ciclo ininterrumpido de la vida, el primer día del nuevo año es el corte necesario.
El antes y el después. Es la esperanza renovada de que ahora sí todo irá mejor.
Para este 2009 te deseo, entonces, todo lo mejor.
Que seas mejor persona aún: mejor madre, mejor padre, mejor hijo/a, mejor amigo/a…
Que tengas la fuerza para levantarte, aunque caigas. Que no te quedes postrado/a en una derrota, sino que prosigas hasta alcanzar aquello que sabes debe ser alcanzado.
Que las alegrías sean muchas, y las tristezas dulcifiquen tu carácter.
Que todo lo que emprendas, prospere.
Que seas un referente para cada persona con la que trates.
Y que, por sobre todo, te atrevas a caminar cada día confiando en que Dios está contigo y caminando en sus pisadas.
¡Que en este 2009 puedas tomar todas las bendiciones que Dios ha preparado para ti!
Es mi deseo y oración sobre cada uno que lea estas líneas.
H. Mónica Garbarini
domingo, 28 de diciembre de 2008
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