jueves, 11 de septiembre de 2008

COMENTARIO DEVOCIONAL . Jueces Cap. 7

Martes 9 de septiembre, 2008.
Un nuevo encuentro.
Un nuevo desafío.
Como ayer.... Como mil ochocientos años atrás.
Una realidad que amenaza. Y un hombre llamado por Dios, para impactar en esa realidad.

"Y Jehová dijo a Gedeón:El pueblo que está contigo es mucho... no sea que se alabe Israel... diciendo: Mi mano me ha salvado." (v. 2)
Dios sigue estando interesado en intervenir en la realidad. Y sigue insistiendo en dar las directivas pertinentes y las estrategias. No es por fuerza o inteligencia humana que la obra será hecha, sino porque es Él quien la ejecuta a través de sus escogidos. El resultado final debe glorificar a Dios, no al hombre.
"... Haz pregonar en oídos del pueblo diciendo: Quien tema... vuélvase..." (v.3)
La tarea a encarar puede parecer demasiado dura... Pero, el temor sólo indica falta de fe en el Señor. ¿Cómo me siento ante la situación actual?
"... Y Jehová dijo a Gedeón: Aún es mucho el pueblo; llévalos a las aguas... allí te los probaré... Cualquiera que lamiere las aguas con su lengua, como lame el perro, a aquel pondrás aparte; asimismo, a cualquiera que se doblare sobre sus rodillas para beber." (v. 4-5)
Dios mira las ACTITUDES. Él busca una actitud alerta ante la realidad. Alerta ante el enemigo. Alerta ante las oportunidades.
"Y fue el número de los que lamieron llevando el agua con la mano a su boca, trescientos hombres... Entonces Jehová dijo a Gedeón: Con estos trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré, y entregaré a los madianitas en tus manos..." (v. 6 - 7)
La actitud de unos pocos hace posible que Dios realice grandes cosas.
En lo personal, en la vida de cada uno, Dios nos despojará de todo lo que a Él le quite la gloria. ¿En qué me creo fuerte? ¿En qué áreas me siento capaz de hacer cosas sin contar con las fuerzas de mi Dios?
"... y tenía el campamento de Madián abajo, en el valle". (v. 8c)
"... Su fuerza, la cual operó en Cristo resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, sobre todo nombre que se nombra... y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia..." (Efesios 1: 20 - 22)
" ...y juntamente con Él nos resucitó y asimiosmo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús..." (Efesios 2:6)
El enemigo que tanto nos preocupa, y hasta atemoriza, está debajo... Jesucristo reina por encima de todo... Y nuestro lugar, como hijos de Dios, es EN LOS LUGARES CELESTIALES EN CRISTO JESÚS. Recuperemos la mirada espiritual de las situaciones que nos toca vivir. Miramos desde arriba, desde nuestra posición en Jesús, hacia abajo, el lugar en que el enemigo ha sido colocado por el Señor.
"... aquella noche Jehová le dijo: Levántate y desciende al campamento; porque yo LO HE ENTREGADO en tus manos".
"... y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz". (Colosenses 2:15)
Dios da la orden de movilizarse, y la certeza: "Hecho está".
Es una realidad que la victoria de Jesús está lograda. Debemos movilizarnos en base a esta declaración: Jesucristo Ya ha triunfado sobre todo poder opositor. Luchamos contra un enemigo vencido.
"...un hombre estaba contando... un sueño: Veía un pan de cebada que rodaba hasta el campamento de Madián, y llegó a la tienda, y la golpeó de tal manera que cayó... Y su compañero respondió: .. es la espada de Gedeón... Dios ha entregado en sus manos a los madianitas con todo el campamento."
El pan de cebada era de calidad inferior al de trigo. Aunque las fuerzas de Israel parecían inferiores, en manos de Dios lo que parece menos obtiene la victoria. Y Dios mismo lo hace saber al mundo espiritual.
"Cuando Gedeón oyó el relato... adoró... Y vuelto al campamento de Israel dijo: Levantaos, porque Jehová ha entregado el campamento de Madián en vuestras manos". (v.15)
Al ver obrar a Dios, nuestra respuesta espontánea debería ser (1) Adoración. (2) Acción.
(Gedeón) ... dio a todos los hombres... cántaros vacíos con teas ardiendo dentro de los cántaros. (v.16)
Al ir a enfrentar al enemigo, debemos hacerlo siguiendo la estrategia del Señor. Lo primero es tener el cántaro vacío (nuestra vida despojada de todo aquello que le quite a Él el lugar central). Cuando el cántaro está vacío, la tea puede arder. En una vida rendida al Señor, el Espíritu Santo tiene libertad para arder, poner pasión por Jesús y por su causa.
En el momento crucial del ataque, rompieron los cántaros, y las antorchas resplandecieron en la oscuridad (v. 19 y 20).
Para que la luz del Señor pueda verse en las tinieblas del mundo de hoy, cada uno de nosotros debe quebrar el cántaro, rendir su vida, quebrar todo poder que esté señoreando en lugar de Jesucristo.
"Y se estuvieron firmes, cada uno en su puesto en derredor del campamento; entonces, todo el ejército hechó a correr dando gritos y huyendo". (v. 21)
Una vez que recibimos la estrategia del Señor, y rendimos nuestra vida para que Él pueda obrar con toda libertad, debemos mantenernos firmes en lo que sabemos debemos hacer. Entonces, Dios mismo se ocupará de que el enemigo retroceda y huya ante la presencia de un hijo de Dios que porta Su presencia.
Conclusión: ¿Creemos que Dios nos está llamando a cambiar esta realidad? ¿Estamos resueltos a ofrecernos para que esto suceda? ¿Qué debemos rendir al Señor, para que Él pueda obrar poderosamente, EN nosotros y A TRAVES DE nosotros?
Luego... Sólo resta que nos mantengamos firmes en el lugar asignado, y disponernos a ver Su obrar.
Esa, es cuestión de cada uno. Y es la suma de los "cada uno" que constituirá un poderoso ejército que irrumpirá en las tinieblas del hoy para formar en paz a las nuevas generaciones.
¿Amén?
(H. M. G.)

1 comentario:

apostolicopentecostal.blogspot.com dijo...

buena la observación de este pasaje,y su aplicación correcta ,muy motivador,Dios te bendiga,gracias.